El gobierno del Reino Unido ha impuesto sanciones sin precedentes a 25 individuos y organizaciones acusados de planificar y facilitar cruces ilegales de migrantes a través del Canal de la Mancha. Las medidas se dirigen a líderes de pandillas, funcionarios corruptos y proveedores de pequeñas embarcaciones, congelando sus activos, prohibiéndoles la entrada al Reino Unido y cortándoles el acceso al sistema financiero del país. Esta represión forma parte de una nueva estrategia para interrumpir la industria de tráfico de personas de miles de millones de dólares y disuadir los cruces peligrosos. Aunque el gobierno presenta esto como un movimiento histórico, algunos expertos cuestionan si las sanciones por sí solas reducirán significativamente la migración ilegal. La lista de sanciones incluye figuras de los Balcanes, Medio Oriente, Asia e incluso ex agentes de policía, lo que indica un alcance global.
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